14-17 de octubre de 1996, París
Los participantes en el Grupo Australia celebraron consultas en París los días 14 a 17 de octubre de 1996, para debatir el problema persistente que supone la proliferación de las armas químicas y biológicas. Participaron en estas conversaciones Alemania, Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, la Comisión Europea, la República Checa, Dinamarca, la República Eslovaca, España, los Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia, Japón, Luxemburgo, Noruega, Nueva Zelanda, los Países Bajos, Polonia, Portugal, el Reino Unido, Rumania, Suecia y Suiza, además de la República de Corea, que participaba por primera vez.
Los participantes tienen la sólida convicción de que la plena adhesión a la Convención sobre las Armas Químicas y a la Convención sobre las Armas Biológicas y Toxínicas suponen la mejor vía para eliminar estas clases de armas, especialmente inhumanas, de los arsenales mundiales. En este contexto, el mantenimiento de controles efectivos a la exportación seguirá siendo un medio práctico esencial para cumplir las obligaciones derivadas de ambas Convenciones.
Todos los participantes en la reunión se felicitaron de la próxima entrada en vigor de la Convención sobre las Armas Químicas, y se observó que esta medida largamente esperada marcaría un punto de inflexión histórico en los esfuerzos para prohibir las armas químicas. Los participantes acordaron elaborar una declaración separada sobre esta cuestión, que se adjunta.
Los participantes también manifestaron su satisfacción por los avances logrados para reforzar la Convención sobre las Armas Biológicas y Toxínicas en las negociaciones celebradas, en Ginebra, por el Grupo Ad Hoc de Estados Partes en la citada Convención. Todos los países participantes en el Grupo Australia son también Estados Partes en este instrumento y apoyan con energía los esfuerzos para desarrollar procedimientos internacionalmente consensuados y dirigidos a reforzar la confianza internacional en el régimen que el Tratado establece, verificando el cumplimiento de las obligaciones derivadas del mismo.
Los expertos de los países participantes debatieron los sistemas nacionales de regulación de las exportaciones dirigidos a impedir la ayuda involuntaria a la producción de armas químicas y biológicas. Confirmaron que los participantes aplican los controles a la exportación de una manera simplificada y efectiva que permite el florecimiento del comercio y del intercambio de tecnología con fines pacíficos. Acordaron seguir trabajando con el fin de que estas medidas nacionales se centren de manera eficaz y exclusiva en prevenir cualquier contribución a los programas de armas químicas y biológicas. Los participantes observaron que estas medidas para impedir la proliferación de las armas químicas y nucleares redundan en beneficio, no sólo de los países participantes en el Grupo Australia, sino de la comunidad internacional en su conjunto.
Los participantes acordaron asimismo seguir estableciendo una amplia serie de contactos, incluido un nuevo programa de sesiones informativas destinado a los países que no participaron en las consultas de París, con el fin de fomentar la conciencia y la comprensión de las políticas nacionales en este ámbito. Los participantes reconocieron, en este contexto, la importancia de los seminarios regionales, como un medio valioso para ampliar los contactos con otros países en relación con estos temas. En particular, Rumania tiene la intención de acoger, en calidad de anfitriona, un seminario sobre controles a la exportación de armas químicas y biológicas dirigido a los países de la Europa central y oriental y a la Comunidad de Estados Independientes, que se celebraría en Bucarest los días 21 y 22 de octubre; por su parte, Japón planea organizar en Tokio, a principios de 1997, un cuarto seminario asiático sobre control de las exportaciones. Los participantes se felicitaron de ambas iniciativas. Argentina también acogerá un seminario regional sobre cuestiones relacionadas con la no proliferación, que se celebrará en Buenos Aires la primera semana de diciembre de 1996. Francia organizará un seminario para países francófonos sobre la aplicación de la Convención sobre las Armas Químicas. Esto tendrá lugar poco después de la entrada en vigor de la Convención.
En la reunión también se debatieron aspectos relacionados con el interés de los grupos terroristas en las armas químicas y biológicas, y se reconoció que se trataba de una cuestión grave que exigía una atención continuada.
Los participantes acordaron celebrar nuevas consultas en octubre de 1997.
PARÍS
17 de octubre de 1996